Introducción
Este trabajo ha sido realizado bajo la premisa de que la Medicina
Tradicional China (MTC) no es ni una medicina alternativa ni paralela, ni
blanda en relación con la Medicina Occidental (MO), sino que la relación que
ambas deben establecer es de complementariedad, de apoyo mutuo.
La MTC aporta en esa relación simbiótica a la MO:
a) Su concepto de globalidad: lo que va a permitir
relacionar signos y síntomas aparentemente inconexos y una mayor comprensión de
la relación psique/soma, de gran utilidad a la hora de valorar los trastornos
psíquicos y psicosomáticos.
b) Su acción eminentemente preventiva: vamos
a dar mayor importancia a síntomas aparentemente mínimos (por ejemplo
prevención de una depresión en un paciente que se nota irritable y con sensación
de nudo en la garganta) aparte de recomendar técnicas preventivas y de
conservación de la salud como el Tai Chi y el Qigong.
c) Sistemas de tratamiento sin efectos secundarios: como la acupuntura (un neumotórax
provocado por la implantación excesivamente profunda de una aguja en la caja
torácica o la transmisión de una infección a través de agujas contaminadas no
se pueden considerar de ninguna manera como efectos secundarios sino como
errores del terapeuta y por tanto imputables a él y no al sistema del
tratamiento).
Por su parte la MO le va aportar a la MTC:
a) su alta
especificidad y sus pruebas de laboratorio y exámenes complementarios: lo que
nos va a permitir esclarecer mejor los grandes síndromes (un vacío de Yin de
Pulmón puede englobar desde una faringitis crónica hasta una tuberculosis).
b) sus sistemas de
tratamiento:
- Cirugía: con la
potenciación de métodos preventivos disminuirá considerablemente el número de
intervenciones, pero no es menos cierto que existen situaciones cuya resolución
es exclusivamente quirúrgica y deberíamos estar contentos de residir en una
zona del planeta que nos la puede ofrecer.
- Medicamentos:
completan y complementan el repertorio que ya posee la MTC.
Nada ofende más la inteligencia que la actitud despreciativa y de
autosuficiencia de algunos colegas, afortunadamente cada vez menos, que
vanagloriándose de hacer una medicina eminentemente científica sostienen una
serie de ideas sobre la MTC basadas en el razonamiento menos científico
posible: el prejuicio y el dogmatismo. Nunca se han molestado no ya en
estudiarla, sino ni siquiera en establecer los parámetros adecuados para
comprobar su eficacia, requisitos indispensables para hablar del tema con un
mínimo de propiedad.
Nada ofende más la cordura que la actitud de ciertos profesionales de
las llamadas “Medicinas Alternativas” empecinados en ahondar las diferencias
con la MO en base a un ataque furibundo de la misma, ataque basado en muchas
ocasiones más en la frustración y el dogmatismo que en un análisis
desapasionado de los hechos. Ataques y actitudes que sin duda dificultan
notoriamente el acercamiento entre unos y otros.
Sorprendentemente la experiencia me ha enseñado que son precisamente los
que más chillan y critican, los primeros que cuando padecen una enfermedad
grave acuden a la puerta de urgencias de un gran hospital.
Con este trabajo se pretende romper una lanza a favor de la tesis de que
la utilización conjunta de ambas medicinas nos ofrece unas perspectivas de
diagnóstico y tratamiento muy por encima de cualquiera de las dos por separado
y quien resulta beneficiado con ello es en realidad el único que debería
beneficiarse: el enfermo.
Esquema general
a) Definición exacta del problema a tratar: colelitiasis es la formación
de concreciones o cálculos en las vías biliares, en particular en la vesícula
biliar.
b) Desarrollar el modelo de interrelación entre la MO y la MTC: La
existencia de cálculos en la vesícula biliar es un hecho real, pero es un
concepto propio de la MO y que sólo puede ser demostrado a través de pruebas
complementarias: ecografía, colangiografía, intervención quirúrgica o autopsia
y estudio posterior de la pieza.
Como estos parámetros no son propios de la MTC, el modelo a diseñar
deberá basarse en:
1) La fusión de ambas
debe ser a nivel clínico, partiendo en este caso de los signos y síntomas
descritos por la MO y encajándolos en los cuadros de los Zang Fu de la MTC.
2) Demostrar que hay
puntos capaces de actuar sobre la vesícula biliar (en este trabajo se empleará
acupuntura exclusivamente).
Esto es importante
pues si meditamos un poco nos daremos cuenta de que cumpliendo esta premisa
soslayamos uno de los errores más frecuentes en Occidente en relación con la
acupuntura: el desconocimiento de la teoría de los Zang Fu (cuando nos
referimos a un órgano emplearemos su nombre en castellano si nos referimos al
órgano según el concepto de la MO, o en Pinyin si es un órgano según el
concepto de los Zang Fu).
Que la acupuntura es
capaz de tratar los cuadros patológicos secundarios a una alteración de Dan
(VB) es evidente, pues lleva centenares de años haciéndolo, pero que la
acupuntura tenga efecto sobre la vesícula biliar habrá que demostrarlo, porque
la vesícula biliar y Dan (VB) no son
conceptos equivalentes.
3) En base a los
resultados obtenidos adoptar el tratamiento más adecuado en cada caso.
Aspectos clínicos
Antes de pasar a la descripción clínica detallada debemos considerar dos
datos fundamentales:
a) Su frecuencia: es una enfermedad muy frecuente, en especial a partir
de los 40 años. En Europa y Estados Unidos su incidencia oscila entre 15-30%.
Las mujeres la padecen 3-5 veces más que los hombres. Es más rara en Asia,
donde debemos descartar que la causa de la obstrucción de la vía biliar no sean
parásitos, fundamentalmente del tipo de los áscaris (la ascaridiasis biliar es
una complicación que pueden provocar los áscaris intestinales; lógicamente se
observa más en adolescentes y niños).
b) La historia natural de la enfermedad: Diferenciaremos entre
- Cálculos
asintomáticos: representan un 50%. Se calcula que un 20% de ellos darán más
manifestaciones clínicas durante su evolución, el 90% en forma de cólico
hepático y un 10% en forma de complicaciones.
- Cálculos sintomáticos:
ya sea en forma de crisis de cólico hepático o en forma de complicaciones,
entre las que destacan colecistitis aguda, angiocolitis, colecistitis crónica,
pancreatitis aguda, neoplasia biliar (se considera a la litiasis como el factor
etiológico fundamental del carcinoma de vesícula biliar, al estar presente en
más del 80% de las vesículas neoplásicas y suele desarrollarse en pacientes con
una edad media de 70 años. Pero el riesgo es bajo, entre el 0,4-1% de las
formas sintomáticas, por lo que teniendo en cuenta la mortalidad operatoria por
la litiasis vesicular simple, 0,17-0,8%, no se considera indicada la
colecistectomía para prevenir esta complicación excepto en casos de
calcificación de la pared de la vesícula, la llamada vesícula de porcelana,
dado que el riesgo en este caso es de un 20%).
Clínica
Diferenciaremos dos aspectos:
a) El cólico biliar.
b) Dispepsia biliar: bajo este nombre vamos a englobar una serie de
trastornos, mayoritariamente digestivos, que frecuentemente padecen los pacientes
con colelitiasis.
Dr. José Antonio Roquet
Fundación Europea de MTC
No hay comentarios:
Publicar un comentario