3 de marzo de 2014

Plantas medicinales chinas que liberan el exterior

Los 6 factores patógenos externos atacan inicialmente la capa más externa del organismo, denominada de distintas maneras, Biao, Superficie o Exterior. El Wei Qi o Qi Defensivo es el encargado de mantener la integridad de barrera externa. El Wei Qi dependerá de varios factores, fundamentalmente del Pulmón y el estado del Zheng Qi o Qi Verdadero, y la penetración del patógeno afectará a los Zangfu, meridianos, Qi y Xue.
La sintomatología de un ataque externo se suele dividir en dos grupos, atendiendo a la esfera funcional afectada:
          Lucha entre el Wei Qi y el Xie Qi en el exterior: fiebre, escalofrío, aversión al Frío o al Viento.
          Desarmonía en la circulación del Qi y Xue en el meridiano Taiyang, así como la afectación del Qi de Pulmón: cefalea, dolor generalizado, sed, rinitis, tos, sequedad en la garganta.
Este último aspecto, concretamente la desarmonía en Taiyang, se tiene muy en cuenta en el tratamiento con materias medicinales en MTC. Si el Ying Qi y el Wei Qi no se logran armonizar, aunque se consigan poner en marcha los mecanismos de expulsión del patógeno, la diaforesis en este caso, no se conseguirá recuperar la integridad de las capas superficiales.
Por lo tanto, los mecanismos utilizados para expulsar el factor patógeno de la capa externa consisten en expulsar el Viento - Frío o Viento - Calor mediante diaforesis complementada con calentamiento suave, en caso de Viento - Frío, o enfriamiento moderado en caso de Viento - Calor.
Aunque, en realidad, la actuación terapéutica deberá ser más global dependiendo del grado de afectación, así como en la prevención de recidivas:
          Restaurar el funcionamiento correcto de los Zangfu y meridianos.
          Dispersar el Qi de Pulmón que se encuentra congestionado o circulando a contracorriente, por ejemplo en caso de tos, asma, disnea o dolor torácico.
          Reforzar el Wei Qi.
          Activar el Qi y Xue en los meridianos más externos.
          Regular el Qi en el Intestino Grueso para asistir al Qi de Pulmón.
Además de procesos relacionados con el ataque de Viento -Frío/Calor en el exterior, las materias de este grupo tratan:
          Edema por ataque de Viento, caracterizado por un inicio muy rápido y afectación de párpados y cara.
          Urticaria por ataque de Viento.
          Rinitis por ataque de Viento; denominada alérgica en MO.
          Síndrome Bi migratorio.
          Conjuntivitis por Viento - Calor.
          Procesos eruptivos, como el sarampión o la varicela, que no se han podido completar. En MTC se considera a la erupción, en estas enfermedades, como el proceso natural para eliminar el patógeno. Si el proceso se ha detenido bruscamente, el organismo no ha podido dar curso a la salida del patógeno y éste queda retenido, causando en el futuro diversos desequilibrios. Las materias de este grupo ayudan a completar procesos eruptivos incompletos.
Las características de las materias que liberan el exterior pueden resumirse en tres aspectos:
          Sabor picante que permite actuar en el exterior, dispersando el patógeno y activando el Qi. El sabor picante tiene afinidad con el metal, por lo que estas materias actúan en la esfera funcional de Pulmón, la piel y los poros, además de dispersar el patógeno, armonizar el interior y exterior (Biao - Li) y el Ying Qi y Wei Qi.
          Aromáticas. Muchas de las materias de este grupo presentan esta propiedad que permite que sean utilizadas para ‘abrir’ orificios, penetrar el Tan o la Humedad turbia para transformarla y contribuir a que el Qi puro pueda circular libremente. La característica aromática es imprescindible para tratar cefalea, mareo, nauseas, rinitis o ageusia.
          Ligeras. El poco ’peso’ de estas materias les permite actuar en las capas más superficiales y en la parte superior del organismo, por ejemplo en la zona cervical, hombros, cabeza, Pulmón o Jiao Superior. La tendencia ‘ligera’ es esencial para tratar cefalea, rinitis o rinorrea, picor en los ojos, tos, dolor en la garganta, asma, fiebre del Heno o lo que en medicina occidental se denomina ‘procesos alérgicos’.
Las precauciones en la utilización de estas materias derivan fundamentalmente de su tendencia dispersante:
           Una dosificación excesiva puede conducir a un exceso de diaforesis y, por consiguiente, agresión a los líquidos, Yin y Qi.
          Precaución en caso de hemorragia o embarazo.
          Se requiere ajustar la dosis según la constitución del paciente, la climatología o los efectos sobre la sudoración. Por ejemplo, en invierno utilizamos dosis más altas de materias picantes y tibias que en verano. En cuanto a la sudoración, es importante detener o disminuir la dosis en caso de obtener una diaforesis moderada; la sudoración abundante no es aconsejable puesto que puede agredir al Qi y Yin.
          No se utilizan a largo plazo. En general, se establece un tratamiento de tres días para tratar un cuadro de Viento - Frío externo, por ejemplo, que puede ser ampliado a tres días más, si el patógeno no ha sido totalmente eliminado. Por otra parte, la respuesta individual al tratamiento marcará, en última instancia, la dosificación final.

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