26 de septiembre de 2013

Luces y sombras sobre los exámenes internacionales de WFAS Y WFCMS

 
Es esta una cuestión sobre la que se me pregunta mucho últimamente y que me incomoda bastante, por la mala utilización que se hace de los Exámenes Internacionales de Acupuntura tanto de WFAS como de WFCMS, a veces rayando (o sin rayar) la publicidad engañosa.
 
Como Vicepresidente que soy de WFAS y Presidente del Supervisión Board de WFCMS, quiero dejar muy claros los siguientes extremos:
  • los titulos que emiten tanto WFAS como WFCMS, NO tienen ningún valor académico, ni en China ni en ningún país del mundo. Ello es lógico, por cuanto las dos son asociaciones profesionales sin ánimo de lucro, pero no son instituciones académicas (como las Universidades). Y ello, por mucho que estén traducidos, legalizados ante notario y con la Apostilla de la Haya, y por mucho que pueda impresionar a los legos, con tanto sello.
  • los mencionados títulos tampoco tienen ningún valor, a efectos de ejercicio profesional, ni en China ni en ningún país del mundo. Obviamente, en países donde no existe regulación NO pueden tenerlo, pero en los que si existe regulación, los títulos que habilitan para el ejercicio profesional son los determinados por dicha regulación en cada país.
  • Si bien tanto WFAS como WFCMS son Organizaciones colaboradoras de la OMS, ello no significa que los títulos emitidos como consecuencia del Examen Internacional, tengan ningún reconocimiento de dicho Organismo.
 
Aún así, personalmente defiendo la realización de dichos Exámenes Internacionales, con una serie de matices. Dichos exámenes se concibieron como un mecanismo para estimular que los profesionales ejercientes de la Acupuntura y la MTC siguieran estudiando y elevaran su nivel profesional, en beneficio de los pacientes y del prestigio de la profesión. Se pensó que este tipo de examen, que supone una acreditación profesional emitida por una Institución de prestigio, haría que los profesionales se preparan para superarlos, elevando así su nivel profesional. Por eso se establecieron diferentes niveles de examen con títulos también diferentes.
El problema surge del mal uso que se hace de los mismos, y no precisamente por ninguna de las dos Instituciones, sino de las escuelas/asociaciones de los diferentes países occidentales. En efecto: por un lado los materiales de estudio que tienen ambas Instituciones, de lo que entra en el examen, existen exclusivamente en idioma chino, ingles (no siempre) y en algún idioma del sureste asiático (japonés, coreano). Lo mismo sucede con las preguntas del examen. Ello se presta a todo tipo de irregularidades.
También el hecho de que los requisitos para acceder a cada uno de los niveles del examen, no siempre se cumplen, siendo difícil de detectar dichas irregularidades por parte de la Secretaría del Examen Internacional.
A ello hay que añadirle que algunas (no todas) escuelas/asociaciones de países occidentales han visto en dichos exámenes una manera de lucrarse o, simplemente, de adquirir un protagonismo que les dé prestigio, embarcándose mediante Convenio con dichas Instituciones, en la organización de los mismos, de manera puntual y desorganizada y, demasiadas veces, poco ética.
Efectivamente, cuando ello ha sucedido, hemos visto publicidad claramente engañosa, en la que se explicaba que el título era “oficial en China”, “reconocido por la OMS”, “que permitía el ejercicio profesional legalmente”, “que permitía el acceso a masters, posgrados y doctorados en Universidades Chinas” y otra serie de barbaridades por el estilo. Todo ello para captar candidatos a dichos exámenes, para los que se proponía asistir a un seminario (muy corto y de poco nivel) preparatorio para dicho examen y que, junto con las tasas de admisión al examen y de emisión de títulos, se vendían a precio de oro.
Desde la Fundación Europea de MTC nunca hemos organizado dichos exámenes, por mi oposición a que se nos compare con los que si lo han hecho, no siempre con la seriedad e información adecuada. Al mismo tiempo he manifestado reiteradas veces ante dichos organismos lo que estaba pasando en ocasiones, aún con el riesgo de que desde China se interpretara que era una cuestión de “ataque de cuernos” por no realizarlos nosotros.
Finalmente, algunas evidencias en la materia han hecho que, sin suspender la realización de los mismos, se hayan adoptado una serie de medidas, como la correcta traducción de los materiales de estudio que entran y la base de datos de preguntas de examen, a diferentes idiomas (la FEMTC tiene firmado Convenio para la traducción al Español y está trabajando en ello). También la elaboración de unas normas de organización de los exámenes y los requisitos que tiene que cumplir el organizador, así como los controles por parte de la Secretaría de la Institución.
Esperemos que con ello, el prestigio de dichos exámenes (y sus correspondientes titulaciones) sea el que se pretendió desde su concepción y sirva, efectivamente, para el fin para el que fueron concebidos.
Como he dicho al principio mi posición es favorable, si bien con los controles, calidad e información veraz que deberían hacer, una vez superadas las disfunciones comentadas, que los mismos fueran un prestigio para el profesional que los obtiene y una garantía de calidad para los pacientes que acuden a su Centro. Es por ello que, para que haya un antes y un después, también he planteado que, a partir de cuando el trabajo de traducción esté hecho y se apliquen, además, adecuadamente los protocolos, haya un material publicitario homologado, de uso exclusivo y obligatorio, y se cambien los formatos y diseños de los Títulos, al tiempo que se realicen campañas informativas sobre las cualificaciones que se titulan.
Espero con este pequeño escrito haber contribuido al esclarecimiento del tema, poniendo cada cosa en su sitio, evitando confusiones que a nadie benefician, en defensa de los verdaderos profesionales e instituciones del sector.
 
Dr. Ramón Mª Calduch*

No hay comentarios:

Publicar un comentario