Los
profesionales de las artes marciales conocen perfectamente un axioma básico:
una correcta práctica comporta una disminución del riesgo de lesiones. Por
desgracia, los ingredientes que forman parte del mecanismo lesional son muy
difíciles de controlar: estrés, cansancio, una lesión previa, condiciones
ambientales, edad…
La Medicina Tradicional
China (MTC) se ha desarrollado en paralelo con las artes marciales. Ambas
disciplinas compartieron inicialmente el mismo fundamento filosófico y
sirvieron como terreno de interacción mutuo.
Es frecuente, por ejemplo, que el maestro coreano de Tae Kwon Do conozca
el arte de la acupuntura o que el practicante de Wu Shu de la R.
P. China utilice alguna materia de la fitoterapia tradicional
china para mantener o mejorar su elasticidad.
Es
importante introducir el término “seriedad”, tanto en la práctica de las artes
marciales como en la MTC. Evidentemente
hay ocasiones en que determinadas dolencias tienen una resolución imposible
para la MTC o
mucho más sencilla para otras disciplinas terapéuticas.
¿Qué puede hacer la MTC y qué no?
La MTC en todas sus vertientes
terapéuticas se puede considerar una opción válida prácticamente en cualquier
patología. Evidentemente, en nuestros días, determinadas dolencias graves o muy
agudas – como enfermedades infecciosas, traumatismos craneoencefálicos o
hemorragias internas entre otras – responden lógicamente a una intervención
hospitalaria. En el resto de casos la
MTC puede ser una opción útil ya sea usada de forma
complementaria o como terapia principal.
Respecto
al practicante de artes marciales, las lesiones derivadas de su práctica pueden
ser perfectamente tratadas mediante Acupuntura, Fitoterapia Tradicional China o
Tui Na.
En la
mayoría de tratamientos, la combinación de las tres técnicas puede incrementar
el efecto terapéutico global.
En
general, las lesiones derivadas de la práctica de las artes marciales son de
tipo menor y, entre ellas, podríamos aventurar que las más corrientes serían
las de tipo muscular – roturas de fibras musculares – o las tendinosas y
osteoarticulares – esguinces y luxaciones principalmente -.
A
continuación se detallarán algunos principios terapéuticos comúnmente
utilizados para el tratamiento de las lesiones mencionadas. Cabe decir que la
información que se facilita no excluye la prescripción y supervisión por parte
de un profesional, ya se trate del traumatólogo, fisioterapeuta, práctico en
MTC o en Técnicas Manuales.
A
nivel de las lesiones que afectan al tejido muscular, quizás la más famosa sea
la denominada “roturas de fibras”. Dependiendo del grado de la lesión – puede
tratarse de una lesión milimétrica hasta un desgarro muscular total de varios
centímetros – el pronóstico sobre su recuperación oscilará entre pocos días a
varias semanas. Tras los primeros días de la lesión, la acupuntura - apoyada por la
electroestimulación en muchas ocasiones – favorecerá la reabsorción del edema
y, por lo tanto, tendrá una importante acción antiinflamatoria y analgésica. Un
preparado fitoterapeutico absolutamente inocuo pero no comercializado en
nuestro país, Yunnan Bai Yao o “Medicina Blanca de Yunnan”, puede reducir la
inflamación haciendo descender la ratio de destrucción tisular que se produce
especialmente en el tiempo inmediatamente posterior a la lesión. Este
preparado, compuesto fundamentalmente por la raíz de la planta Panax
Notoginseng – no tiene nada que ver a nivel terapéutico con el Ginseng – tiene
efectos conocidos en la cicatrización así como en hemorragias, siendo muy
utilizado en casi todo el mundo para tratar traumatismos especialmente en el
ámbito deportivo.
Una
vez la lesión comienza a cicatrizar, la acupuntura y moxibustión pueden ayudar
a reducir el tamaño de la cicatriz interna, evitando así retracciones,
adherencias y calcificaciones entre otros efectos indeseados. El uso de
linimentos y pomadas con acción activadora de la circulación de la sangre es
muy útil en esta fase e incrementa el tiempo de recuperación, ayudando a reparar el traumatismo interno así
como mejorando la tonicidad muscular general. En esta fase de cicatrización
también es muy útil el uso de emplastos de plantas medicinales que incidirían
en la misma acción terapéutica que las pomadas pero con un efecto más
contundente y dilatado.
En
cuanto al tratamiento de fondo – ya sea en acupuntura o en fitoterapia – en una
ruptura de fibras se incidiría en la tonificación de la sangre y del bazo
(según el concepto en MTC) puesto que
beneficiaría la generación de tejido muscular; tanto en calidad como en
cantidad.
El
Tui Na o Masaje Tradicional Chino es especialmente útil en cualquiera de las
dos fases anteriores pero se trata de la técnica de elección cuando tratamos de
reintegrar al deportista a su actividad o para prevenir posibles recaídas por
culpa de sobrecargas.
En
lesiones tendinosas o osteoarticulares que no impliquen inmovilización – no
existe una ruptura de ligamentos – la estrategia a seguir sería la misma que la
expuesta en el tratamiento de roturas de fibras musculares. La variante
principal estribaría en la utilización de la moxibustión a las 24 horas –
dependiendo de cada caso – posteriores al inicio del traumatismo. En una lesión
tendinosa o articular se tiene que valorar la utilización de la electropuntura
en las fases iniciales de la lesión.
En
este caso, el tratamiento de fondo puede ir orientado a la tonificación de
Riñón e Hígado – siempre según la teoría de la MTC – buscando una mejoría tendinosa y articular
de base.
Otro
aspecto general que convendría mencionar es el preventivo. Las necesidades de
un practicante de artes marciales son muy específicas. La coordinación,
potencia, elasticidad y resistencia predominan, por ejemplo, sobre la fuerza.
Evidentemente cada disciplina marcial es diferente y su adaptación al
practicante tendrá que ser muy individualizada. Desde la dieta hasta el uso de
suplementos energéticos que permitan una buena nutrición de tendones, músculos
y ligamentos, pasando por un buen equilibrio energético y un tono muscular
correcto pueden ser aconsejados y monitorizados por un profesional de MTC con
experiencia en disciplinas marciales.
En
resumen, la MTC
constituye sin lugar a dudas una primera opción para el tratamiento de lesiones
derivadas de la práctica de las artes marciales ya que no sólo incide en la
resolución de una alteración física sino que tiene implicaciones en todos los
ámbitos del ser humano – físico, emocional-mental-psicológico – buscando la
misma idea de armonía que persiguen la las artes marciales.
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