El CATGUT es un material cuyas hebras
son usadas a modo de sutura absorbible y fabricadas a partir de filamentos de
colágeno purificado obtenido de intestinos animales (normalmente bovinos). Concretamente,
su aplicación consiste en el implante de pequeños fragmentos (1-3 cm de largo)
de hilo quirúrgico biodegradable e hipoalergénico en zonas específicas del
cuerpo del paciente (puntos acupunturales), otorgando un efecto biorregulador ininterrumpido
de aproximadamente 21 días, media que tarda el catgut en biodegradarse y ser absorbidos
por el organismo.
El procedimiento puede realizarse
utilizando una aguja hipodérmica convencional en la que se introduce el pequeño
fragmento de hilo que, una vez ha atravesado la piel y llegado a la profundidad
deseada, es empujado con una guía o émbolo para dejarlo en la localización
deseada, donde producirá el efecto acupuntural con la ventaja de hacerlo de
forma “permanente”.
A día de hoy, el uso
que más se hace del catgut está orientado a tratar afecciones crónicas que no
responden de forma efectiva a terapias médicas convencionales y, por tanto,
requieren de periodos largos de tratamiento. Es por ello que el catgut se erige
como una técnica muy adecuada en este tipo de casos.
Especialistas en
acupuntura llevan tiempo tratando algunas afecciones crónicas mediante esta
técnica y entre las más habitualmente tratadas con este valioso recurso
terapéutico se pueden encontrar problemas tiroideos, control de peso, ansiedad,
insomnio, migraña, quistes, así como algunos desequilibrios hormonales,
desequilibrios gástricos y disfunciones sexuales.
Si bien en ocasiones
puede acompañar una leve inflamación local y cierta sensación de pesadez, esto
no cobra gran relevancia en la sensación del paciente puesto que, además de ser
soportable, suele venir acompañado de rápidas mejoras.
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